martes, 18 de diciembre de 2012

Homenaje a Amada Jesùs Bobadillla Ocampo

ALMA MATINAL - ELAN VITAL

EN MEMORIA DE
AMADA DE JESÚS BOBADILLA OCAMPO DE GUADALUPE
MADRE INFINITA  MAESTRA EJEMPLAR
DIRECTORA FUNDADORA DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA
MANUEL SCORZA TORRE
SAN MARTÍN DE PORRES – LIMA


MANUEL SCORZA TORRE (Lima, 9 de setiembre de 1928) es uno de los más  trascendentes e insustituibles escritores peruanos.  Su audaz e innovadora estética es magistral, no solo por su singular construcción, sino porque, ante todo, es consustancial a la perenne, vivificante brega por un país superior, por un mundo diferente. En él, forma y contenido, estilo e identidad alcanzan dimensiones superlativas. Por ello, así como hasta hoy, la obra scorziana trascenderá al tiempo y las circunstancias. Manuel Scroza es poeta genial,  genial novelista, visionario promotor cultural, y, a la vez, protagónico  luchador humanista.

Su poesía, de la que  el cambio social y el amor son pilares inconmovibles, es una de las más elevadas de Perú y América Latina. Está formada por Canto a los mineros de Bolivia, 1952; Las imprecaciones, 1956; Los adioses, 1960; Desengaños del Mago, 1961; Réquiem para un gentilhombre - Elogio y despedida a  Fernando Quíspez Asín, 1962; Cantar de Túpac Amaru, 1969;  El vals de los reptiles, 1970; Lamentando que Hans Magnus Enzensberger no esté en Collobrièrs, 1973; Palabras de Nicolás Centenario, 1977; A César Calvo agradeciéndole  que esté aquí, 1977.

Sus novelas, antológicas todas, son Redoble por Rancas, 1970; Garabombo, el Invisible, 1972; El jinete insomne, 1977; Cantar de Agapito Robles, 1977; La tumba del relámpago, 1979 -que integran la excepcional pentalogía  La guerra silenciosa-; y La danza inmóvil, 1983. En ellas -¡traducidas a más de cuarenta idiomas!-, Scorza ha enaltecido la persistencia y el heroísmo popular en la lucha por la liberación. 



Como promotor-editor realizó, en nuestra patria y varios países de América Latina, una de  las más exitosas y gravitantes cruzadas culturales y educativas; colosales proyectos únicos en su género, aún no igualados, y más si comparamos su época con esta: Festivales del Libro (1956, 1957, 1958) y Populibros Peruanos (1960, 1961, 1962, 1963): colecciones con las obras más importantes de los mayores literatos e intelectuales nacionales y extranjeros, en entregas de ocho y cinco títulos, respectivamente. Todas ellas eran adquiridas masivamente, se agotaban con inusitada rapidez… ¡en tirajes de cen-te-na-res-de-mi-les por cada edición! Para que estas joyas fueran accesibles a las grandes mayorías, ¡Manuel Scorza obtuvo el auspicio de las principales empresas públicas y privadas, venció su inmenso poder y arrogante indiferencia, las hizo partícipes de estas memorables campañas libertarias, pensadas y edificadas para nuestra superación cultural, ética y política!

También fue excelente periodista: lo demuestran todos sus reportajes, aquí y especialmente en Europa. Y su talento de acucioso investigador antropológico, historiográfico y sociológico se manifiesta en el brillante, imprescindible  ensayo Literatura: Primer territorio libre de América.

La tenaz e inclaudicable forja de su obra le valió merecidos reconocimientos. Entre estos, en 1955, ¡los tres primeros lugares! de los Juegos Florales Internacionales por el Cuarto Centenario de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuando estaba deportado por la nefasta dictadura odriísta.

Ahí también,  en junio de 1954, renunció pública e irrevocablemente al partido aprista, mediante Good bye, mister Haya, la  irrefutable carta abierta antiimperialista, valeroso manifiesto que incluso hoy exhibe su integral validez, con el que formalizó su pertenencia -¡hasta el fin!- a la izquierda revolucionaria, socialista.

En 1956, de retorno al Perú,  se le otorgó el Premio Nacional de Poesía por Las imprecaciones. En 1971 fue finalista del Premio Internacional Planeta por la mundialmente célebre Redoble  por Rancas. En realidad, el primer lugar se le negó deliberadamente: afirmación de todos los que conocen esta arbitrariedad, la que, por cierto, también es otro mérito para él y su monumental novela. 

Acudir a  la poética y narrativa de Manuel Scorza  es imperativo para ser -¡y seguir siendo!- hombres humanos,  sobre todo en esta nefasta era de postración moral y regresión mental. Sus libros -¡protestas vivientes contra esta absurda situación!-  son magníficos espacios de deleite e inspiración con la palabra y la imagen, e inagotables fuentes de convicción para ejercer, personal y colectivamente, nuestro derecho humano esencial: hacer realidad una sociedad distinta, un Perú mejor.

¡Qué irreparable pérdida fue su trágico deceso!, aquel aciago 27 de noviembre de 1983, en el accidente del Aeropuerto de  Barajas, de Madrid, cuando retornaba desde París a residir definitivamente con nosotros, para seguir cumpliendo in situ su compromiso de militante-dirigente en la gesta por un nuevo Perú. Así como vivió, su sepelio fue fervoroso, tremolante, multitudinario: ¡un acontecimiento de consternación internacional! Manuel Scorza hunde sus fibras de creador eminente y adalid de las causas justas en nuestras  inquebrantables  voluntades de patria y soberanía, de democracia, justicia  y libertad.

Precisamente porque constituyen, en sinérgica unidad, cumbres de arte literario y apasionada, enfática convocatoria a transformar este orden social decadente, la poesía, novelística  y promoción cultural de Manuel Scorza enfrentan el infame complot del silencio y la distorsión de la cultura y educación del sistema  subdesarrollado que padecemos -¡aunque felizmente existen instituciones que lo perduran!-; y desafían,  asimismo,  la perversa exclusión del universo mediático elitista y de  la crítica literaria cobarde y sectaria, salvo honrosos periodistas, críticos y medios que relievan  su inmensa valía y permanente vigencia.

Por tanto, para nosotros, para nuestro pueblo y su  destino histórico, Manuel Scorza y su multifacética obra invariablemente serán lo que son: clásicos  de la Literatura nacional-continental-universal;  fecundos, triunfales heraldos de un Perú nuevo en un Mundo nuevo, de todos para todos.

Próximos a 2013, en que conmemoraremos el  85 y 30 aniversarios de su nacimiento y partida -¡celebrando su entrañable presencia y palpitante actualidad!-, llena de  orgullo y dignidad expresar, con las más sentidas gratitud y admiración, que Manuel Scorza es nuestro hermano mayor y compatriota líder por siempre, insigne abanderado de la vida y el Perú que anhelamos.  /  Jaime Guadalupe Bobadilla

jaime3      FOTOGRAFÍA DE AMADA DE JESÚS

                                     Manuel Scorza                         Amada De Jesús
                                                                            Bobadilla Ocampo de Guadalupe


1971. Página estelar de la literatura social peruana-latinaamericana-universal: Manuel Scorza llega al Aeropuerto Jorge Chávez junto a Héctor Chacón - el Nictálope, dirigente campesino comunero y protagonista de Redoble por Rancas, en libertad al cabo más de… ¡quince años! de injusta prisión en la colonia penal El Sepa; triunfo de la imperativa exigencia nacional e internacional al Gobierno de entonces; histórico logro de su  legendaria, excepcional novela.

RECUERDO DEL  HOMENAJE
POR EL 29 ANIVERSARIO DE SU PARTIDA,
DE SU IMPERECEDERA PRESENCIA.
MARTES 27 DE NOVIEMBRE DE 2012
CASA MUSEO JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI 

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